jueves, 5 de julio de 2007
La Fiel Soledad" de Ricardo Ham
Entre sus dos ásperas manos fui tomada, con ternura y bastante fidelidad. Con carácter magistral pues. Oprimida y regalada al destino, del cual era parte su ritual me abrigué en sus dedos. Temblorosa.
Gracias a su piel y trémulos latidos bien sentidos por mi cuerpo entero me enganché a sus pellejos. Le di un beso a la envoltura de sus huesos y entonces ellos reciprocaron, un tierno goce del hálito de sus venas y éstas me respondieron.
Navegué en sus desvaríos y más difíciles anhelos, siendo objeto de su calma mal adquirida y su confusión turbulenta, como oleajes agitados desde la lucidez de la arena de su voz. Me deslice… Nítida y aviesa. Con ímpetu me deslicé. Caminé sobre las líneas que delineaban su muñeca y liberé de ellas el rojo espeso de la soledad.
El pastel del lavamanos se humedeció en carmín y sus ojos disipados a través del espejo soltaron imágenes, pensamientos, derrotas, evocaciones y la tristeza más honda que provenía de todas partes de su cuerpo. Cuando estos liberaron los sin sentidos que habitaban en su corazón, yo caí al suelo…
Ya había hecho mi parte.
Más conversaciones, soledad
2 Comments:
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TE AMO... CON TODO MI CORAZÓN... y sabes que siempre estaré ahí para ti... =D
un MEGA beso para ti... nos vemos .. chauuuuuu